AFP 20 de Junio
Vladimir Putin, que afronta un descontento creciente, prometió a los rusos este jueves frenar la caída del nivel de vida en su tradicional sesión anual de preguntas en directo en la televisión.
Salarios bajos, incremento de los precios y de las tarifas de los servicios públicos, disparidades regionales… Las primeras preguntas dirigidas al presidente ruso en esta cita anual se centraron todas en las dificultades que atraviesa la gente.
La “Línea directa” con el presidente da pie cada año a promesas de solucionar los problemas cotidianos, a recordatorios a los líderes regionales y a confidencias sobre la vida privada del amo del Kremlin.
Organizado por decimoséptima vez desde que Putin llegó al poder en 1999, este ejercicio mediático que funciona bien dura generalmente de cuatro a cinco horas.
Este año, se produce en un momento en que la popularidad del presidente ha decaído significativamente y el descontento y la preocupación del público han aumentado por medidas impopulares como el aumento de la edad de jubilación o la subida del IVA.
Putin admitió que existen dificultades provisionales relacionadas con estas medidas pero aseguró que éstas empiezan a rendir sus frutos y a mejorar la situación económica. Inmediatamente prometió “aumentar el nivel de vida, el nivel de ingresos” de la población, que bajan desde hace varios años, y manifestó que quiere resolver problemas acuciantes como la sanidad pública o la recolección de basura.
Según la cadena pública rusa Rossia 24, se recibieron un millón y medio de preguntas para Putin.
De acuerdo al instituto independiente Levada, dos tercios de los rusos aprueban al presidente, una cifra todavía elevada pero inferior al 80% y 90% que recibió tras la anexión de Crimea en 2014.
“Sólo una pregunta: ¿cuándo se va?”, “¿Qué vamos a hacer cuando ya no quede petróleo ni gas?”, o “Por favor, salve a Rusia”, fueron algunas de las preguntas que desfilaron por el programa.
– Una pobreza vergonzosa –
SPUTNIK/AFP / Alexey NIKOLSKYEl presidente ruso Vladimir Putin abraza a su antigua profesora de escuela Vera Gurevich en una ceremonia conmemorativa de los 74 años de la victoria contra la Alemania, en Moscú el 9 de mayo de 2019
Con el país golpeado desde 2014 por sanciones económicas europeas y estadounidenses sin precedentes por la crisis ucraniana, “la pobreza se ha convertido en una vergüenza para Rusia”, dijo el lunes el influyente jefe de la Cámara de Cuentas rusa, Alexei Kudrin, en una entrevista televisiva, estimando que afectaba a más de 12 millones de personas de un total de 146,7 millones de habitantes.
Aunque las autoridades rusas no han afrontado hasta ahora protestas importantes, en los últimos meses el descontento se ha manifestado en una serie de disputas locales sobre cuestiones como el tratamiento de la basura o la construcción de una catedral en los Urales.
“El objetivo principal de ‘Línea directa’ es demostrar que Vladimir Putin es el mejor defensor de los intereses del pueblo, que es el presidente más humano y la última esperanza de justicia”, dijo a AFP el analista político Konstantin Kalachev.
Según el analista, el objetivo es sobre todo “aumentar el optimismo social”: “El presidente juega así el papel de una persona a la que podemos acudir cuando ya estamos completamente desesperados. Y con este estilo atrae a muchos rusos”.
La política exterior también preocupa a los rusos en un momento en que las relaciones entre Moscú y Occidente están en su punto más bajo desde el final de la Guerra Fría, agriadas por los desacuerdos sobre Siria y Ucrania, supuestas injerencias electorales y escándalos de espionaje.
Más allá de los problemas económicos y políticos, la personalidad del presidente despierta la curiosidad y a menudo se le formulan preguntas sobre su vida privada, estrictamente protegida.
“¿Cuál es su escritor favorito?”, “¿Por qué lleva el reloj en la mano derecha?” o “¿Cómo es ser presidente??”, fueron algunas de las preguntas formuladas.