La incertidumbre legal que creó la divulgación –vía Whatsapp- de la Gaceta Oficial Extraordinaria 6.452 con el nuevo aumento salarial a Bs 40.000, puso de manifiesto la necesidad de las empresas de mantenerse alejadas lo máximo posible de este indicador que ha venido marcando la relación laboral en Venezuela.
Usar un ingreso mínimo establecido como punto de partida para la remuneración de los trabajadores como indicador fundamental para la determinación de los esquemas de compensación y base de las escalas salariales, es una trampa y un absoluto despropósito, dice Mariela Llovera, socia fundadora de Nayma Consultores, firma asesora en materia de Recursos Humanos y Finanzas.
En algún momento el salario mínimo en Venezuela llegó a equivaler 300 dólares, lo cual era competitivo y atractivo para armar las escalas salariales, pero la productividad del país lo permitía.